La década privatizada de Puerta: “Misiones se endeudó y se quedó sin patrimonio”

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Los efectos dañinos de la administración de Ramón Puerta durante la década del 90 aún resuenan en la población misionera. El millonario aumento de deuda pública, el derroche del modelo privatizador, bonos sin respaldo, y el descuento del 13% de los salarios de los trabajadores de la administración pública, entre los casos que jamás serán olvidados.

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El gobierno de Ramón Puerta en Misiones, dejó un tendal de deuda pública que alcanzó niveles alarmantes durante la década de 1990. Con políticas que además afectaron gravemente a trabajadores estatales y pequeños productores, la deuda pasó de 19 millones de pesos a 900 millones de dólares. La cifra equivale a tres presupuestos anuales completos de la provincia. Así, el vertiginoso crecimiento de deuda dejó a Misiones al borde de la quiebra.

Por otro lado, las privatizaciones de activos provinciales, como Papel Misionero, y la aplicación de impuestos regresivos sobre los salarios estatales, son ejemplos de decisiones que generaron profundo rechazo. Incluso las tierras adquiridas por Puerta a través de testaferros durante su mandato están teñidas de denuncias por maniobras irregulares que perjudicaron a miles de familias productoras.

Además, durante la gobernación de Puerta, se autorizó por ley la emisión de los Certificados de Cancelación de Deudas de la Provincia de Misiones. Tras su implementación, los bonos CEMIS fueron títulos sin respaldo emitidos por su administración, que aún resuenan como símbolo de un modelo económico insostenible. Por ello, representaron un engaño de más de mil millones de dólares.

También se llevó adelante la aplicación del polémico Impuesto Extraordinario y Transitorio de Emergencia, más conocido como IETE. Se trató de un distorsivo impuesto a los sueldos de los empleados públicos provinciales.

Con esa polémica herramienta se descontó el 13% de los salarios a todos los empleados públicos de Misiones, en un hecho sin precedentes. Policías, maestros, personal de salud y administración pública en general fueron las grandes víctimas y variable de ajuste.

Las graves consecuencias del modelo privatizador de Ramón Puerta

En diálogo con Canal 12, el prestigioso historiador Pablo Camogli recordó que “ni bien asumió Ramón Puerta como gobernador en diciembre de 1991, se sanciona una ley que habilitó al gobierno provincial a enajenar, privatizar y cerrar empresas públicas“.

Señaló que la práctica se repitió “hasta diciembre de 1999, en los dos períodos de Ramón Puerta en la gobernación. Y fueron encabezadas en la gestión directa por Humberto Schiavoni. El cual fue, durante un tiempo, ministro de Economía de Ramón Puerta, y además estuvo a cargo de una especie de comité de privatizaciones de empresas públicas en Misiones”.

En ese sentido, indicó que el Instituto Provincial del Seguro sufrió “una privatización que le quitó a la provincia la posibilidad de tener un manejo de los seguros“.

“Además, se enajenó una empresa que daba ganancias en esa época, que el año anterior a la privatización, Papel Misionero había tenido 100 millones de dólares de ganancias, en aquella época de convertibilidad. Y sin embargo, se la privatizó por 50 millones de dólares. Luego, el dueño privado la vendió arriba de 250 millones de dólares. Lo que dejó en evidencia que en aquel momento se la entregó a un valor mucho menor del que tenía”, cuestionó.

Las consecuencias: miseria, desesperanza y muerte

El Estado provincial no pagó deudas acumuladas de esa década y optó por emitir bonos conocidos como CEMIS para saldar indemnizaciones y otros compromisos. Sin embargo, muchos de estos bonos resultaron prácticamente incobrables. Esto llevó a una situación desesperante para numerosos ex empleados del Banco Provincia de Misiones, quienes fallecieron esperando el cobro o, en algunos casos, llegaron al extremo de quitarse la vida al no encontrar salida económica.

La gestión también implementó medidas de ajuste severas como el Impuesto Solidario de Emergencia (ISE) en 1995, seguido del Impuesto Extraordinario y Transitorio de Emergencia (IETE) en 1996, que significaron un descuento del 13% en los salarios de los empleados públicos. Esto afectó especialmente a trabajadores esenciales como policías, maestros, personal de salud y administrativos, quienes se convirtieron en la principal “variable de ajuste” de un modelo neoliberal que prometía una mejora económica que nunca llegó.

El impacto no se limitó al sector público. Sectores productivos fundamentales para la provincia, como el yerbatero, también fueron devastados. Productores, enfrentados a una crisis económica, se vieron obligados a vender sus tierras a precios ínfimos para sobrevivir, dejando un legado de desarraigo y pérdida patrimonial.

En síntesis, la década del 90 en Misiones, bajo la gestión de Ramón Puerta, estuvo marcada por el colapso económico, medidas de ajuste extremas y un desmantelamiento de sectores clave, dejando una herida profunda en la población, especialmente en los empleados públicos, muchos de los cuales no pudieron superar la devastación económica y personal.